Una vez leí que si todos los inmigrantes que vivían en España, se volvieran a su pais de origen, Madrid no abriría su vida. Es decir, se quedaría sin nadie que repusiera los productos de los mercados, que cuidara de nuestros hijos mientras trabajamos o, sobre todo, que cuidara de nuestros mayores…
Por esto hoy, desde poesía para gritar, queremos reconocer el esfuerzo y el trabajo que realizan muchas mujeres inmigrantes que viven en nuestra ciudad realizan y, sobre todo, lo que a ellas les cuesta vivir de forma digna.
Hoy os vamos a contar la historia de Agustina. Que una mañana, fue mi amiga..
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